Lo que Aprendí de Estambul: Inclusión, Amabilidad y Contrastes
Estambul es una ciudad fascinante, llena de historia y cultura. Durante cinco días me adentré en esta hermosa ciudad en una cultura musulmana, donde más del 90% de la población practica el islam. Lo que Aprendí de Estambul: Inclusión, Amabilidad y Contrastes. Fue imposible no notar el choque cultural, especialmente en la diferencia de roles entre hombres y mujeres, algo que resulta muy distinto a lo que estamos acostumbrados en Occidente.
Conocer Estambul a través del transporte público fue bastante sencillo. Las estaciones y los autobuses son accesibles para personas en silla de ruedas. Sin embargo, hubo algunos desafíos, sobre todo al recorrer las calles empedradas y las empinadas colinas que llevan a sitios turísticos como la Torre de Gálata, o incluso para llegar al alojamiento. Destaco la amabilidad de los turcos, quienes siempre estuvieron dispuestos a ayudar sin sobrepasar límites, mostrando un gran respeto.
La experiencia fue increíble. Estambul es una ciudad que se siente segura para viajar, incluso cuando uno nota la presencia predominante de hombres en espacios públicos. Es interesante observar cómo los roles laborales se dividen de una manera muy diferente a la de Occidente. Sin embargo, esta diferencia cultural no opacó el encanto de la ciudad, con su impresionante arquitectura, su deliciosa comida y el calor de su gente. Estambul dejó una huella imborrable en mi corazón.
Lugares que visite: Mezquita Azul, Torre Galata, Paseo marítimo en el transporte público por el Bósforo, Barrio Uskudar, Gran Bazar,